Era agosto del 2003. En el estudio de grabación QMI cerca de la avenida Caseros de la ciudad de Buenos Aires, estábamos grabando el CD de Javier -un buen cantante folclórico- con arreglos míos. Por razones de economía, los músicos intérpretes éramos sólo dos: Diana, quien tocó teclados, bajo de Korg y percusión, y yo, superponiendo hasta tres pistas de guitarra y agregando además una flauta traversa, lo que le dio a los ensambles una mayor solidez.

Habíamos terminado de grabar la pista de Bocadito de este Pan, una bonita zamba de Fabián Miranda. Estábamos descansando, tomando un trago y conversando cuando se me ocurrió improvisar sobre las armonías del tema.
El resultado fue tan sorprendente que ahí nomas comenzamos a grabar sin saber muy bien adonde iríamos a parar.
(Entre mis guitarras elegí para la sesión, una que era como un cuzquito: escombrera y trasteadora. Sin embargo, tenía un dejo de nobleza, un sonido imposible de olvidar, aún hoy).El resultado fue tan sorprendente que ahí nomas comenzamos a grabar sin saber muy bien adonde iríamos a parar.
Pasó el tiempo y por el 2006 grabé con Diana mi CD Mandinga de Montserrat e incluí como bonus track "Bocadito de este pan".
Estos "chamuyos", por llamarlos de algún modo contienen la esencia, la impronta de una canción que sólo puede ser reconocida como tal por sus acordes y su introducción. En lo personal, agradezco a Javier y a Fabián la excusa que me han dado para dejarme fluir en estas improvisaciones, estos arreglos y estas notas.
Aquí se los dejamos y esperamos que les guste.
Diana y Carlos
Estos "chamuyos", por llamarlos de algún modo contienen la esencia, la impronta de una canción que sólo puede ser reconocida como tal por sus acordes y su introducción. En lo personal, agradezco a Javier y a Fabián la excusa que me han dado para dejarme fluir en estas improvisaciones, estos arreglos y estas notas.
Aquí se los dejamos y esperamos que les guste.
Diana y Carlos
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